El embalaje va mucho más allá del simple hecho de meter objetos en una caja o contenedor para almacenar o trasladar de un sitio a otro. Se trata de una técnica cuyo propósito es preservar las cosas en el mejor estado posible mientras están envasadas hasta el momento de su uso.
El relleno es ampliamente utilizado como parte de todo lo que se hace en la labor de embalaje. Y el tipo elegido en cada caso depende de ciertos factores como el tipo de mercancía, el envase, el tiempo de almacenamiento y el trato que tendrá la caja.
Aquí te vamos a hablar de los 7 tipos de relleno para embalaje para proteger la mercancia
Relleno plástico de burbujas
Este es ideal para objetos angulosos o filosos como cuchillos y muebles. Asimismo, es excelente para proteger elementos frágiles, tales como vajillas y cristalería, en especial si se usa embalaje de cartón. El relleno de burbuja también está disponible en una versión antiestática, que es la indicada para guardar componentes y equipos electrónicos.
Una de las bondades del plástico de burbujas es su capacidad de absorber impactos. De esta manera, el contenido de una caja soportará bien las sacudidas durante cualquier viaje. Otra ventaja de este material es que los bordes y filos de lo que protegen no romperán las cajas y permite la manipulación con total seguridad.
Papel Kraft
Ofrece una cobertura extra a objetos frágiles, pero no tanto como la cristalería. En un embalaje mixto que funciona como una cobertura extra al cartón.
Entre sus bondades se puede mencionar que es muy ligero, se puede comprar por bobinas y es personalizable. Es decir, es posible comprarlo en diversos colores e incluir el logotipo y otros datos de la empresa.
Este tipo de relleno es barato, reciclable y biodegradable. No será un problema para el ambiente una vez que se convierta en material de desecho
Chips de poliestireno
Cuando un objeto tiene forma irregular, los chips de poliestireno expandido son la mejor alternativa para llenar esos espacios inaccesibles. Además, evitan que la mercancía se mueva dentro de la caja. Se utilizan mucho en el embalaje de madera como complemento del plástico de burbujas o cualquier otro relleno.
A su favor se puede decir que ofrecen una apariencia estética en el envase y previenen los daños por impacto. Sin embargo, no son muy bien vistos desde el punto de vista ecológico. Lo recomendable es usarlos cuando es realmente necesario.
Papel de seda
Más que un relleno es una bonita presentación. Es la favorita cuando se trata de envolver productos para regalo, entre los que se destacan la joyería, ropa, calzado, perfumes y cosméticos de alta gama.
El papel de seda para embalaje usualmente viene en planchas y es blanco. No obstante, se puede usar en una amplia gama de colores que existe en el mercado.
Entre sus características más atrayentes se pueden mencionar el aspecto delicado que ofrece a la mercancía, es biodegradable y se puede personalizar.
Espuma de polietileno
Ofrece una protección similar al plástico de burbujas que se pone a los objetos frágiles. Pero cuando estos tienen superficies pulidas como los espejos, el acero inoxidable, elementos cromados o cristalería delicada, lo mejor es optar por la espuma de polietileno. Este material es más flexible y respetuoso.
Ten en cuenta que el plástico de burbujas suele dejar marcas indeseables que se evitan usando esta clase de espuma.
A su favor, destaca que está disponible en diferentes presentaciones: Bobinas, planchas y bolsas a la medida. Es muy eficiente para absorber impactos y evitar arañazos.
Bolsas de aire
Al principio no eran demasiado comunes. No obstante, con el auge de las tiendas online, su uso se ha popularizado en los últimos años. Tal y como su nombre lo indica, el mayor porcentaje de su composición una vez hinchadas es aire.
Estas bolsas vienen en bobinas, ocupan muy poco espacio antes y después de su utilización. Cada vez son más las marcas que las hacen con materiales reciclados y biodegradables.
El mayor aspecto positivo es la imagen de orden, transparencia y limpieza que percibe el cliente cuando abre su empaque.
Partículas de almidón de maíz
Son pequeñas bolitas ligeras, delicadas y esponjosas. Cumplen con la misma función de protección que los chips de poliestireno. Son de material orgánico, biodegradables y completamente reciclables. En realidad, estas partículas son la mejor opción de relleno si quieres proteger la mercancía y al medio ambiente al mismo tiempo.
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